martes, 1 de noviembre de 2016

De lunas, perros y olvidos.


No, no te he olvidado.

Fuimos otra vida, que vista en retrospectiva parece ajena, pero te tengo presente y le sonrío a tu recuerdo.

Te honro, te vivo y te extraño, porque sé que éste sería un mejor mundo si siguieras aquí.
Ojalá puedas echarte un clavado y vernos, acá todo sigue normal, con tu ausencia, que hace una gran diferencia, pero normal.

No me diste la vida, pero me diste el valor de vivirla, no sé si me explico, no sé si me entiendo.
El mundo quedó mutilado con tu partida, pero continuó avanzando. La música cada día es peor, la calidad de vida también, pero vale la pena, hay cosas buenas, gente maravillosa, historias que motivan, cafés que despiertan, perros que mueven la cola y lunas de película.

Pero no, no te he olvidado, eres parte de mí.

No te he olvidado, te extraño, me haces falta, te añoro, te pienso, pero sobre todo te deseo felicidad, que todo lo bueno del mundo te llegue al doble, que sonrías, que rías, que cantes a todo pulmón, que el clima te sea perfecto, que exista serenidad en tu existencia, que las lunas te maravillen y los perros te meneen la cola, que mis pensamientos te lleguen y que sepas que dejas bien en este mutilado mundo.

Descansa en paz y ten la certeza que sigues en mi corazón, en la parte más alegre y agradecida de él, porque fuiste bueno.


Acá sigo, Arturo Ramírez Sánchez. 

martes, 23 de agosto de 2016

Once you go Spice, you never go back

Un día hablando sobre gustos musicales mi novio me preguntó ¿Por qué te gustan las Spice Girls?’, señores, no hay formación académica que nos prepare para responder una pregunta semejante y más de la nada, ¿cuánto tiempo dispongo para exponer mi tema?, ¿me puedo apoyar de material audiovisual?, no recuerdo que simpleza respondí pero la pregunta se ha quedado en mi corazón como daga, como si hubiera tenido la posibilidad de responder la pregunta de los 3 millones y un estornudo me hubiera acallado.

Amor, si algún día lees esto quiero que sepas que las Spice Girls me cautivaron porque le dieron algo que a mi vida le hacía muchísima falta a final de los 90s: alegría. Cuando me sentía inseguro, feo e infinitamente gris llegaron ellas, las mujeres más imperfectas a dominar el mundo, y en mi mente ello me dio esperanza, me hizo cantar y brincar, y cuando salían en la radio o en las tardeadas a donde iba de fiesta -durante los menos de 3 minutos que duraban sus canciones- cerraba los ojos y bailaba, bailaba como sólo alguien que es libre lo hace, como si nadie más existiera, me sentía eufórico, por una fracción de tiempo no era gris, era fluorecente y capaz de brillar en la noche.


El tiempo pasó y adquirí mis colores, los cuales abrazo actualmente satisfecho y sereno, pero sólo Dios y mis perros saben que cuando suenan las Spice Girls, en el antro, en casa o en el reproductor de música vuelvo a volar, soy yo al cubo, mi alma se monta en unas plataformas y crece, que belleza de vida, oh what a spiced up life.





miércoles, 20 de febrero de 2013

Un día en mi vida paralela

En esta tarde en la que me siento un poco desubicado y fuera de todo, pasaste por mi memoria una fracción de segundo, tu rostro, tu voz, y no pude evitar preguntarme ¿cómo sería si estuvieras conmigo?

Cierro mis ojos.

Seguramente te hablaría para preguntarte cómo estás, y sin más tú sabrías que te necesito, siempre tuviste la habilidad de leer entre líneas, a veces más de lo que debías. No necesito hablar.

Continúo con los ojos cerrados e imagino tu rostro, te veo sonriendo, siento que a partir de ese momento todo estará bien. Todo está bien.

Veo en retrospectiva y recuerdo cuando te conocí, la manera impetuosa en que llegaste a mi vida, recuerdo ese primer momento en el que te vi y dijiste que no me dejarías, que te quedarías conmigo, y es gracioso como han pasado los años, más de 15, y seguimos juntos, me siento seguro, me siento fuerte. Cumpliste tu promesa.

Salimos a caminar mientras platicamos, puedo oler la tierra húmeda que se mezcla con el humo del cigarro que fumas, está anocheciendo. Caminamos juntos.

Tú también tuviste un día pesado, no me dices, pero te sé leer entre líneas. No necesitas hablar.

Todo está bien, me siento fuerte, te sientes seguro. Respiro.
Nunca me he preguntado cómo sería la vida sin ti, es un pensamiento tan cruel que no me atrevo a considerarlo, no podría vivir, quizá me moriría en el mismo momento que tú. Me doy cuenta de lo afortunado que soy por haberte conocido, por que cambiaste mi vida, encontré el lugar al que pertenecía, cumpliste tu promesa. Doy gracias a la vida por ti. Todo está bien.
Antes de dormir, en silencio, una vez más pasa por mi mente la idea de perderte, no sé por que pienso en eso, me aterra, me dan ganas de llorar, le pido a Dios que nunca te arranque de mi lado, que te permita ser feliz y le explico todo lo que me has ayudado, que nunca me has abandonado y que si amo a la vida es mucho gracias a ti. Mis ojos se cierran, mañana al despertar lo primero que haré será darte un abrazo y decirte cuánto te quiero. Sonrío mientras me quedo dormido.

jueves, 10 de enero de 2013

One more time with feeling

¿No es el destino curioso? De repente me recuerda una persona (sé que no tendría sentido si menciono que fue un mono/simio/gorila/primate/chango) que tengo un blog, del cual no me había olvidado, sólo que no podía recordar la contraseña, así que decidí entrar a leerlo y oh sorpresa, sin más recordé el password.

Nadie me lee, pero al final no lo hago por el mundo, lo hago por la misma razón que me pongo loción dos veces en la mañana, lo hago por mí.

lunes, 30 de mayo de 2011

Por si no lo sabías

Pensé en escribirte estas líneas con ternura, después con coraje, quise ofenderte y luego pretendí victimizarme, pero al final decidí escribir la verdad.

Aunque en este momento no estés conmigo, yo confío en que volveremos a estar juntos, y si éste no fuera el caso, aún así, de una manera que quizá muchos no entiendan, seguiremos juntos.

Porque iniciaste algo en mí, porque en muchos sentidos me hiciste despertar, me enseñaste a no tener miedo, no sé si me hiciste una mejor o peor persona, pero si me hiciste alguien más feliz.

Llegaste cuando menos te necesitaba, cuando a mi vida no le hacía falta nada y me enseñaste que aún así siempre hay más, que hay un mundo oculto y clandestino que es visible solo para aquellos que superan el miedo y se dejan seducir por el aroma de lo prohibido, aprendí que los colores más memorables son aquellos que brillan en la oscuridad.

A partir de ti, también descubrí nuevos amaneceres llenos de perversidad y complicidad, el hedonismo máximo que probé no fue el del cuerpo, sino el del espíritu al ponerle alas y darle la oportunidad de volar acompañado.

Ahora te alejas, llegaste como un tornado y te fuiste como una tímida brisa, nos hemos hecho daño, en el arrebato de pasión nos hemos dejado cicatrices que pretendemos cubrir con indiferencia, pero no hay camino nuevo, sólo nuevos pies.

No te guardo rencor, yo he hecho lo mismo miles de veces y sé que no hay maldad en la omisión, y me siento satisfecho y orgulloso de que la primera persona en alejarse de mí y dejarme en espera, hayas sido precisamente tú.

Tu importancia no se medirá por el tiempo que estuvimos juntos, sino por el tiempo que tu influencia tendrá efecto en mí.

Erick Teodorakis

jueves, 14 de abril de 2011

Dualidad

Algunas veces me siento solo, otras demasiado acompañado
Me pierdo mirando al espejo, como quien mira a su asesino directo a los ojos
Quisiera correr, quisiera no estar
Quisiera dormir, quisiera volar

Soy dos personas diferentes

¿Dónde termina el pasado? ¿dónde comienza el presente?
¿Soy quien soy o quien seré?

Siento que el tiempo me alcanza y luego me ignora
No está quien quiero, ni se va quien yo deseo
Cómo hacerlo terminar si nunca ha comenzado
Sobra miedo y falta un motivo

jueves, 31 de marzo de 2011

Otro sueño...

Anoche soñé contigo, mi amigo, fue un sueño raro (como todos lo son) me recuerdo claramente corriendo hacia un lugar donde sabía que estabas, hacia un lugar donde podía encontrarte con vida, donde el tiempo no nos había alcanzado y aún existías.

Me recuerdo llegar, correr entre escaleras y tumbas, buscándote con sofocante ansiedad y alegría, como un niño que busca los regalos en un día de reyes, sólo que estaba consciente que tú, mi regalo, no me ibas a durar, sólo quería despedirme supongo.

Sin embargo, el reloj avanzó y todo comenzó a desmoronarse, sentí angustia, me sentí derrotado una vez más, sin embargo, entre todos los mares de gente que había, pude sentir tu mirada, y entendí que en algún lugar estabas tú, oculto, observandome, así que dejé de correr y pese a que el miedo se apoderaba de todas las personas, yo sólo me quedé ahí de pie, sonriendo satisfecho, porque sabías que no te había olvidado.